Natàlia Morales Valenti
El pasado 15 de marzo, la plataforma popular Stop Pujades convocó en Barcelona la movilización más grande hasta el momento por las tarifas abusivas del transporte público impuestas este año 2014. La plataforma ha realizado ya más de diez manifestaciones en lo que va de año, y lucha semanalmente por acabar con esta subida de los precios. Su mensaje es claro: las nuevas tarifas suponen un desafío para todas aquellas personas que utilizan el transporte a diario. Mientras, las administración recorta en sanidad, educación, retira ayudas sociales, desahucia familias enteras y sube los precios de un servicio de transporte público y cada vez más precario de manera desorbitada.
Plataformas locales de todos los barrios de Barcelona y de los distintos municipios del área metropolitana de la ciudad condal fueron llamadas a la manifestación. En total, 53 puntos de la red de metros de la capital catalana y alrededores fueron los que se vieron involucrados en la protesta, como las estaciones del Clot, Llucmajor o Arc de Triomf.
La línea roja de metro, la L1 fue la que se vio más afectada por la manifestación. Se produjeron grandes alteraciones en el servicio ya que ciertos manifestantes se situaron entre las puertas de los vagones impidiendo de este modo su circulación.
A pie de calle las protestas tampoco cesaron. Los Yayoflautas, acompañados de todos aquellos que deseaban unirse al grupo,pasaron la tarde del 15 de Marzo caminando por distintas zonas de Barcelona como el barrio de Sant Antoni, Passeig de Gràcia o la Ronda Sant Pere manifestando su descontento con la subida de precios, y cortando el tráfico de vehículos por importantes vías de la ciudad barcelonesa. Diversos turistas, desconcertados por el gran movimiento de gente inesperado para ellos, preguntaban sin parar el porqué de la movilización.
Los Iaioflautas se distinguían del resto de manifestantes por pancartas que decían “No a las privatizaciones. Contra la corrupción y la especulación” o ” No a los recortes de los servicios públicos, la sanidad, la educación y los transporte público y los jubilaciones” y por su ya conocido chaleco amarillo.
Cargados con megáfonos y gritando todos a coro “Transports públics a preus populars”, “Trias, escolta, comença la revolta” o “Aquesta pujada no la paguerem”, los Iaioflautas bajaban por el barrio gótico de Barcelona hasta llegar a la Plaza Sant Jaume, lugar en el que las diversas plataformas habían sido convocadas a las siete de la tarde por los integrantes de Stop Pujades.
Pasados unos minutos, cuando la plaza ya se veía llena de indignados por las tarifas actuales del transporte público, uno de los portavoces de Stop Pujades leyó el manifiesto en el que se hablaba del abuso de poder de las autoridades y animaba a los asistentes a no cesar en la lucha por la bajada de precios: “”Cataluña tiene pobreza, y la indignación popular es la que es se hace escuchar ante las subidas injustas”, decía el portavoz. Por otro lado, el coordinador local de Stop Pujades en Santa Coloma de Gramanet, Aitor Blanco, auguró una campaña de protestas que va para largo: “Será una lucha larga pero valdrá mucho la pena”.